Había una vez un anciano agricultor que su única pertenencia era un caballo con el que trabajaba la tierra y transportaba sus cosechas.
Una noche su caballo escapó de su lado con rumbo desconocido. La gente le decía "que mala suerte tienes" a lo que el respondía "puede ser".
A los pocos días, el caballo regresó en compañía de 2 yeguas. Todos le decían "que suerte tienes" a lo que el respondía "puede ser".
A los pocos días, el hijo del anciano montaba una de las yeguas y cayó fracturándose una de sus piernas. La gente se lamentaba diciéndole "Que mala fortuna tienes" a lo que el respondió "quizás".
A los pocos días comenzó una cruenta guerra donde todos los jóvenes del pueblo fallecieron a excepción del hijo del anciano granjero que tenía rota su pierna. La gente le decía al anciano "eres muy afortunado, tienes una buena estrella" y el anciano les decía "tal vez"....
Autor desconocido
La lección de esta historia es que la bueno y lo malo no existe. Son solo puntos de vista del momento que cambian según la circunstancias. Cuando las cosas fluyen según nuestros deseos, creemos que tenemos buena suerte, cuando va en contra, creemos que estamos en medio de la mala fortuna. En rigor lo que tenemos es apego a deseos que no necesariamente nos llevan al camino que debemos recorrer. Deseamos cosas o circunstancias que a veces no nos otorgan el aprendizaje que necesitamos. Cuando vivimos el día a día, sin expectativas ni deseos, mas que el de aprender de la experiencia, la buena y mala suerte se esfuman y nuestro ser evoluciona... a fluir con las circunstancias sin apegos!
Palacio Carmesí
palaciocarmesi@gmail.com
http:// palaciocarmesi.blogspot.com /
Una noche su caballo escapó de su lado con rumbo desconocido. La gente le decía "que mala suerte tienes" a lo que el respondía "puede ser".
A los pocos días, el caballo regresó en compañía de 2 yeguas. Todos le decían "que suerte tienes" a lo que el respondía "puede ser".
A los pocos días, el hijo del anciano montaba una de las yeguas y cayó fracturándose una de sus piernas. La gente se lamentaba diciéndole "Que mala fortuna tienes" a lo que el respondió "quizás".
A los pocos días comenzó una cruenta guerra donde todos los jóvenes del pueblo fallecieron a excepción del hijo del anciano granjero que tenía rota su pierna. La gente le decía al anciano "eres muy afortunado, tienes una buena estrella" y el anciano les decía "tal vez"....
Autor desconocido
La lección de esta historia es que la bueno y lo malo no existe. Son solo puntos de vista del momento que cambian según la circunstancias. Cuando las cosas fluyen según nuestros deseos, creemos que tenemos buena suerte, cuando va en contra, creemos que estamos en medio de la mala fortuna. En rigor lo que tenemos es apego a deseos que no necesariamente nos llevan al camino que debemos recorrer. Deseamos cosas o circunstancias que a veces no nos otorgan el aprendizaje que necesitamos. Cuando vivimos el día a día, sin expectativas ni deseos, mas que el de aprender de la experiencia, la buena y mala suerte se esfuman y nuestro ser evoluciona... a fluir con las circunstancias sin apegos!
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